Hacía tiempo que no encontraba las palabras. O tal vez es que no encontraba el tiempo a pesar de que el tiempo siempre está ahí... O quizás era la falta de lectores de mi anterior aventura la que había hecho que dejara de buscarlo (a pesar de que debo recalcar la fidelidad de los pocos que se movían por aquél otro mundo en el que se movían tan pocas cosas).
Hoy que se acaba el año es un día que puede parecer extraño para sellar un nuevo comienzo, pero es que me gustan más las cosas cuando son diferentes y como este espacio no va a ser, porque no lo es y no puede serlo, uno de los tan manidos propósitos de año nuevo, ya que es un propósito del año que termina... no podía empezar en otro momento que hoy, a escasas 11 horas de que empiece el (ya...) último año de la década.
No sé lo que va a salir de esto pero seguro que tiene un poco de todo. De lo personal, de lo público, de lo visible y lo invisible, de lo actual, lo histórico, lo que me gusta y lo que no, de música, para no desentonar con el título, de todo lo que se me vaya pasando ante los ojos y por la cabeza.
Salud. Fin de la presentación. Feliz Año Nuevo.
